✗ 1. Menospreciar las probabilidades, al pensar que por ser una persona sana o que nunca ha tenido accidentes, nunca va a incurrir en estos gastos y por ende no necesitar de un seguro médico.
Siempre existe el riesgo de incurrir en gastos fuertes que nos afecten el presupuesto de una forma importante por accidente o enfermedad, y en ese momento en particular, contar con un apoyo es realmente un alivio.